Adicción a las redes sociales
¿Son un peligro real?
¿Son un peligro real?
¿Las redes sociales son buenas?¿Son malas?¿Las deberían usar sólo los adultos?¿Las deberían usar sólo los jóvenes? Podríamos seguir hacíendonos cientos de preguntas respecto a las redes sociales, y por ello queremos poner un poco de luz sobre el tema.
Las redes sociales por si mismas, no son ni buenas ni malas, al igual que muchas otras cosas. El gran problema viene en la forma y cantidad en la que se usen. El origen de las redes sociales fué tan simple como intentar, a través de Internet, que la gente se pusiese en contacto. Pero hay mucha diferencia entre las primeras redes sociales que salieron y las actuales, debido entre otros factores al avance tecnológico.
En general, el peligro de las redes sociales es su gran capacidad adictiva. Su principal atractivo es que nos generan una sensación de «estar con todos». Cuando ves una foto de un amigo o un conocido, tu cerebro por un momento se cree que estás con el amigo, y por eso genera esas buenas sensaciones. Es más, muchas veces la gente acaba viendo perfiles, fotos, comentarios… de gente que ni siquiera conoce o sabe quién es, pero aún así, le dedicamos tiempo a ello.
Nuestro cerebro intenta buscar estímulos nuevos, y las redes sociales los producen en cantidades ingentes. Con la gran cantidad de usuarios que tienen y la competencia entre las empresas propietarias para sacarles más rendimiento, cada vez se pone más esfuerzo en que sean atractivas al usuario, llegando a límites que podíamos calificar de «adictivos y sectarios». Para reflejar esto, pongamos el ejemplo de darse de alta y de baja. Para empezar tan sólo tienes que poner un correo y una contraseña y ya tienes el perfil hecho, luego puede pedirte más información sobre ti que puedes aceptar dar o no (aunque ellos siempre insisten porque cuanta más información tengan de ti, mejor para ellos). En cambio a la hora de darse de baja, te ponen muchas más trabas, y esto hace que haya gente que desista en cerrar una cuenta sólo por el hecho de no pasar por ese proceso y tener que responder a los ¿está seguro que quiere cerrar?¿y por qué se va?¿está seguro que no quiere quedarse?
Otro gran peligro, es la inmediatez, ahora, el 90% de las personas que usan redes sociales, llevan móvil con Internet y pueden acceder a ellas desde él si lo desean, esto hace que puedas tener acceso en todo momento con un sólo movimiento. Se empieza usándolas poco a poco, pero cuando se automatiza sacar el móvil en cualquier momento, al final uno ya ni si quiera es consciente de que ha sacado el móvil. Al final es la «costumbre» que en cualquier momento de parón se saca el móvil y se miran las redes sociales, y como no hay límite en la información que puedes ver, el tiempo que le acabas dedicando, probablemente sea mayor al que querías haberle dedicado en un principio.
Otro factor importante, es que nos distraen con gran facilidad, es decir, no necesito estar muy atento ni hacer grandes esfuerzos cognitivos ni físicos mientras estoy en una red social, por ello, me ayudan a evadirme, distraerme y no pensar en otras cosas o problemas. Este es el momento en el que podemos hablar de adicción a las redes sociales, cuando se usa más de lo que se tenía previsto, puede que por evitar otro tipo de pensamientos o tareas, y cuando se hace un uso excesivo de ellas hasta el punto que pueden interferir con otras áreas de tu vida.
La edad es un factor importante, ya que en la adolescencia se juntan 2 factores muy importantes que pueden suponer un riesgo, el primero de ellos es la gran importancia que tienen las amistades. Los amigos en esa edad suponen el grupo de mayor influencia, se piensa que los amigos van a ser para toda la vida y se tiene una gran sentido de pertenencia al grupo de iguales, por ello, el contacto mediante las redes sociales, el saber lo que otros hacen, el publicar lo que uno hace y el estatus o popularidad que se alcanza en estas redes también son, por lo general, importante para ellos.
El otro factor de riesgo, es que aún no tienen desarrolladas completamente todas sus capacidades cognitivas, por ello, van a tender a ser más impulsivos y publicar, hacer fotos, escribir… sin reparar en el uso que están haciendo. Su percepción temporal también será diferente, ya que al estar inmerso en la cantidad de estímulos que se le presentan es más fácil que crean que le han dedicado menos tiempo del que realmente lo están haciendo.
Así que en resumidas cuentas, debemos ser conscientes del tiempo que le dedicamos, la finalidad con la que lo hacemos (mantenernos en contacto con otros, evadirnos de la realidad y los problemas…), si realmente hacemos el uso que deseamos de las redes sociales. Si detectamos que puede haber un problema, tanto nuestro como en una persona de nuestro entorno, es necesario buscar ayuda profesional, y por ello no dudes en contactar con nosotros para que podamos empezar a ponerle solución.
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