Lo primero que hemos de hacer al hablar de los trastornos de personalidad es diferenciarlos de los estilos de personalidad.Cada cual tiene un estilo de personalidad diferente, es decir, unos valores, una forma de percibirse a sí mismo y al mundo… pero, algunas personas padecen un trastorno de personalidad, esto es, un patrón permanente, estable e inflexible de comportamiento o experiencia interna que le genera malestar y/o interfiere en su funcionamiento diario, generalmente, en el área laboral o social.
Este patrón se manifiesta en dos o más de las áreas siguientes:
-Cognición: su manera de percibirse a sí mismo o a lo que le sucede está distorsionada.
-Afectividad: presenta cambios de humor, afectividad intensa o inadecuada…
-Actividad Interpersonal
-Control de Impulsos.
¿Qué tipos de trastornos de personalidad existen?
Grupo A: Paranoides, esquizoides o esquizotípicos (personalidades excéntricas)
Grupo B: Antisociales, límites, histriónicos y narcisistas (personalidades inestables, comportamientos radicales)
Grupo C: Evasivos, dependientes, obsesivos-compulsivos (temerosos-ansiosos)
Cambios de personalidad debido a afección médica
Otros trastornos especificado: predomina las características de un trastorno pero no cumplen todos los criterios para las categorías anteriores
Trastorno de personalidad no especificado: no cumple los criterios para alguna de las categorías o porque reúne varios de ellos o porque no está incluido en ninguna. En esta categoría encontramos el trastorno de personalidad pasivo-agresivo (resentimiento), el de personalidad sádica (necesidad de crueldad) y el de personalidad autodestructiva.
Trastorno de personalidad paranoide: Se caracteriza por la hipervigilancia, la introversión, la frialdad, el orgullo, la suspicacia y la tendencia a sentirse humillado y a exagerar las dificultades. Creen, con frecuencia, que se van a aprovechar de ellos . Suelen ser rencorosos y celosos.
Trastorno de personalidad esquizoide: Se caracterizan por la introversión, la indiferencia ante los sentimientos ajenos y las dificultades para mantener relaciones sociales. Suelen ser solitarios, frios y distantes. (no confundir con la esquizofrenia).
Trasorno de personalidad esquizotípico: Se caracterizan por una fuerte introversión, ideas de suspicacia, ideas ilusorias y afectividad inadecuada con ansiedad social y desconfianza.(no confundir con la esquizofrenia).
TRASTORNOS DE PERSONALIDAD TIPO B
Trastorno de personalidad antisocial: Alteración caracterizada por desprecio y violación de los derechos de los demás. Se inicia antes de los 15 años. Se da baja tolerancia a la frustración, irritabilidad, agresividad e impulsividad.Ausencia de remordimiento, por lo que el castigo no funciona y existe ausencia de aprendizaje.
Trastorno de personalidad límite: Cuadro diagnóstico impreciso, caracterizado por la inestabilidad en las relaciones sociales, en la autoimagen y en la afectividad. Gran impulsividad, sentimientos crónicos de vacío, conductas autolíticas frecuentes e importante inadaptación.
Trastorno de personalidad histriónico: Patrón general de excesiva emotividad y de búsqueda de atención que se inicia en la edad adulta. Comportamiento seductor, afectividad cambiante, uso del aspecto físico para llamar la atención.
Trastorno de personalidad narcisista: Grandiosidad, necesidad de admiración, falta de empatía, mala aceptación del fracaso y sobrevaloración de los logros.
TRASTORNOS DE PERSONALIDAD TIPO C
Trastorno de personalidad por evitación: Evitación social, sentimientos de inferioridad, deseo de afecto e hipersensibilidad al rechazo. Evita actividades que impliquen contacto interpersonal. Sentimientos de ineptitud.
Trastorno de personalidad por dependencia: Necesidad general y excesiva de que se ocupen de uno, lo que conlleva comportamientos de sumisión, falta de confianza en uno mismo, asumir mal responsabilidades, miedo al abandono…
Trastorno de personalidad obsesivo-compulsivo:Preocupación excesiva por el orden, perfeccionamiento y control de la situación. Gran rigidez y meticulosidad. Excesiva terquedad . inflexibilidad moral y avaricia.
¿Puede el psicólogo ayudarme? Sí
Lo más importante es realizar una buena evaluación para así seleccionar las herramientas adecuadas para la intervención. No se trata de realizar una evaluación para etiquetar a la persona, pero sí para que el tratamiento sea más efectivo.
Depende de cual sea el trastorno, la terapia irá encaminada en una u otra dirección, pero, bajo las premisas de que la persona que acuda a terapia disminuya y, posteriormente, elimine, su sentimiento de malestar e inadaptación.