Respecto a sí es recomendable que vayan a casa los Reyes Magos y también Papá Noel o sólo uno de ellos, no existe consenso sobre qué es lo más adecuado, pero, sí que hay que tener en cuenta que no se deberían regalar más de 4 o 5 regalos en total, por lo que, si a casa llega dos veces la magia, sería conveniente dividirlos y no multiplicarlos. De este modo, disfrutará más de cada regalo, ya que, si recibe más, estos pierden valor para él o ella.
Además, con el avance de la edad, se debe ir introduciendo en el niño la responsabilidad de, además de pedir juguetes, que, al menos, uno de los regalos, sea útil (un estuche, un libro, algo de ropa…).
Es conveniente escribir la carta con los niños, así podemos guiarles y pasar un rato con ellos, conociendo qué les gusta y por qué, haciéndoles saber que los Reyes o Papá Noel no pueden traerles todo, que han de elegir y que puede que no les traigan todo lo que piden ya que están muy demandados atendiendo a todos los niños. Aunque sea difícil, no sufras más de lo necesario, es normal que quieras poder abarcar y tener todo lo que tu hijo pide, pero, también es muy importante que aprenda a tolerar la frustración y a contentarse con lo que reciba.
Si tiene la suerte de recibir regalos en varias casas, lo ideal sería dosificarlos, si bien es cierto, que esto es difícil por la ilusión que depositan tanto niños como familiares, pero, en este caso, si no es posible, sería recomendable rebajar el número de regalos que recibe en su propia casa.
Otro tema que preocupa mucho a los padres es, ¿cuándo les digo la verdad sobre los Reyes Magos y Papá Noel? generalmente, el momento viene marcado más por las circunstancias que por su edad, comienzan a plantearse más si es factible que vengan, comienzan a escuchar burlas de compañeros… entonces, puedes utilizar la pregunta «¿Y tú que opinas?» ya que, puede que pese a que escuche comentarios que le hagan dudar, sigue creyendo en estos personajes y no hay nada malo en ello, o puede que te responda que cree que sus compañeros tienen razón y que «son los padres», generalmente, esto sucede de los 8 a los 11 años de edad, coincidiendo con su desarrollo del pensamiento lógico.