¿Cómo afectan los problemas de pareja a hijos?
Conflictos en casa
¿Alguna vez nos hemos detenido un segundo para pensar cómo afectan estos problemas de pareja a nuestros hijos? Como padres y sobre todo como miembros de una pareja, somos conscientes de que en todas las familias hay discusiones y algún que otro desacuerdo. Pero, ¿Cómo podemos hacerlo de manera más adecuada?
Los conflictos, en sí, no son algo negativo, si se resuelven de manera adecuada a largo plazo nos enseñarán a ser más inteligentes emocionalmente y a empatizar con la otra persona. Enfadarse forma parte de la vida cotidiana de las familias.
Cuando nos referimos a “problemas de pareja” hablamos del momento en el que las discusiones o conflictos dejan de ser algo puntual y se convierten en una rutina. Por esta razón consideramos de vital importancia que estos desacuerdos o discusiones se vean resueltas de una manera correcta. Ya que, esta situación va a verse reflejada de forma negativa en nuestros hijos.
Hay estudios que han demostrado que a partir de los 6 meses el bebé ya percibe los problemas que hay entre los padres a través del lenguaje no verbal, al observarse cambios en su ritmo cardíaco y presión arterial al presenciar situaciones de conflicto.
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Los padres somos el modelo a seguir de nuestros hijos.
Como ya hemos dicho, los conflictos en la pareja afectan negativamente a nuestros hijos, les pueden provocar ansiedad desde muy pequeños y lo más importante, aprenden que esa es la forma de afrontar cualquier problema que se les presente.
Desde que nacen aprenden a actuar imitando lo que ven, y verse envueltos en situaciones de conflicto, resueltos de manera errónea, les enseña que esa es la forma de expresar su malestar y su ira. Por lo tanto pueden responder ante estas situaciones de forma agresiva, impulsiva y con ansiedad.
ES IMPORTANTE EXPLICARLES QUE ELLOS NO SON LOS CULPABLES DE ESAS DISCUSIONES.
No hay diferencia si nuestros hijos presencian o no la solución al conflicto ya que tienen una alta sensibilidad para captarlo, pero aun así recomendamos que se les explique que se ha podido arreglar la situación y sobre todo que ellos no son los responsables.
Las investigaciones demuestran que los conflictos que se resuelven de una forma correcta, verbalmente, en los que se piden disculpas y transmitiendo a los pequeños la tranquilidad de que se pueden resolver de forma pacífica, es la forma de que haya la menor repercusión en ellos.
En definitiva, si como padres pensáis que no tenéis los recursos para controlar esas situaciones o poder solucionarlas de una forma correcta y los conflictos se han convertido en vuestro día a día, es el momento de buscar una solución.
Una alternativa sería acudir a un profesional que pueda guiaros en ese proceso y conseguir un hogar pacífico y feliz en el que el niño no crezca con ansiedad, miedo, culpa e ira, que puede que acabe tomando como modo de actuar de la misma forma en la que lo ha estado viviendo durante su infancia.
Con las pautas que te dará el especialista, el niño crecerá sabiendo afrontar las situaciones difíciles que se presentarán a lo largo de su vida y la pareja aprenderá a cambiar sus hábitos a la hora de resolver sus diferencias y adoptará una comunicación verbal no agresiva.
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