La ansiedad es una reacción normal muy útil para ponernos a salvo cuándo estamos en peligro. Pese a que parezca algo paradójico, la ansiedad es adaptativa, es decir, no es dañina y sin ella, nuestra supervivencia se hubiera visto en peligro. Piensa, por ejemplo, en lo útil que puede ser que nuestro sistema se active si había que huir de un león, o si hemos de salir corriendo para que no nos atropellen, pues bien, nuestro sistema se activa
gracias a la ansiedad funcional.
La ansiedad nos prepara para la acción, para huir o enfrentarnos a los peligros. ¿Por qué, entonces, puede convertirse en un problema? Cuándo no hay un peligro real, cuándo el peligro está en nuestra interpretación de los hechos, es cuándo hablamos de ansiedad patológica o de trastornos de ansiedad. De nuevo, piensa en la activación que siente tu organismo cuando hemos de huir de un peligro real como, por ejemplo, un animal salvaje, pero, ¿y si no hay animal salvaje pero tu cuerpo reacciona como tal?