La frustración del opositor
FRUSTRACIÓN
En nuestra consulta trabajamos desde hace años con personas opositoras y de esta gran demanda surgió nuestro programa específico de opositores mediante el cual acompañamos durante todo el proceso de la oposición ofreciendo asistencia psicológica adaptándonos a las necesidades de cada persona, te invitamos a conocer más en nuestra web y redes sociales, y recuerda que puedes pedirnos información sin compromiso.
Como te comentaba, hay una gran demanda de asistencia psicológica a opositores ya que a nivel emocional opositar es una tarea que puede llegar a ser muy dura, surgiendo sentimientos como del que te vengo hoy a hablar, que es LA FRUSTRACIÓN.
Vamos a ver qué es la frustración, cómo afecta a los opositores y al final del post veremos unos tips para potenciar una adecuada tolerancia a la frustración.
Qué es LA FRUSTRACIÓN:
La frustración es un sentimiento que surge cuándo nuestras necesidades o deseos no se ven satisfechos. Se expresa de diversas formas, pudiendo generar ira, tristeza, apatía, ansiedad…
La frustración, como todos los sentimientos, no es en sí misma negativa, ya que nos da información de que existe una discrepancia entre lo que queremos o anhelamos y lo que tenemos o estamos obteniendo. Sin embargo, la sensación que produce no es agradable y el cómo la gestionemos será clave para nuestro bienestar emocional.
Podemos decir que estamos gestionando bien la frustración o que tenemos una adecuada tolerancia a la frustración cuándo somos capaces de percibir esta distancia entre lo que quiero y lo que tengo, ello me genera cierto malestar que acepto y me impulsa a trabajar por mis deseos si son alcanzables.
En el otro extremo, podemos decir que tenemos una mala gestión de la frustración o una baja tolerancia a la frustración cuando no tenemos lo que queremos y el malestar que ello nos produce nos desborda, no sabiendo gestionarlo y canalizándolo con bloqueo, agresividad, tristeza…
Un ejemplo de baja tolerancia a la frustración podemos verlo fácilmente en los niños pequeños cuándo tienen deseo de coger un juguete ajeno y no se les deja pudiendo tener una pataleta. No aceptan que sus expectativas no se van a cumplir y su forma de canalizarlo es mediante el llanto y el enfado.
Por otro lado, un ejemplo de una adecuada tolerancia a la frustración puede ser el de un deportista que no consigue obtener la marca que se había propuesto y aunque esto le genera una sensación desagradable, se plantea qué puede estar fallando y sigue entrenando incluso con más intensidad o con mejores métodos para alcanzar su reto.
Hay gente que tiene una buena tolerancia a la frustración porque quizá es algo que ha estado trabajando casi de manera inconsciente desde la infancia, pero si no es tu caso, es bueno que sepas que es algo que estás a tiempo de trabajar y que en terapia para opositores te podemos guiar para que sea una habilidad que desarrolles.
CÓMO AFECTA ESTA EMOCIÓN A QUIÉN OPOSITA
Es normal que las personas opositoras sientan frustración a lo largo de todo el proceso de la oposición, debido a que:
–La oposición es un camino de mucho sacrificio con pocos refuerzos a corto plazo, es decir, la persona estudia y sacrifica muchos
aspectos de su vida para lograr un refuerzo a largo plazo, que es la plaza, pero, no va obteniendo por el camino demasiadas recompensas. Por ejemplo, en el instituto estudias, te examinas y si sacas buena nota recibes comentarios positivos de tus padres, es un temario que ya cierras y no te vuelves a estudiar e incluso celebras cada aprobado saliendo o con algo material… pero en la oposición, aunque puede que vayas haciendo simulacros estos no se valoran en la misma medida y además no hacen que “cierres” ciertos temas, sino que vas a tener que seguir estudiándolos.
-Por otro lado, rechazar planes cuándo se desea hacerlos, genera frustración ya que estaremos ante esa discrepancia entre lo que quiero y lo que debo hacer. Es humano preferir salir y disfrutar pero rechazarlo y quedarte en casa estudiando , aunque sea por propia elección, genera malestar, porque piensas más en lo que te estás perdiendo que en todo lo bueno que puedes conseguir cuándo apruebes.
–Si vemos que otras personas aprueban, encuentran otros trabajos, reciben salario… y yo no, ello puede generar frustración porque no se ven las propias necesidades cubiertas y también entramos a compararnos con los demás, lo cual hacemos de forma sesgada, nos centramos en lo bueno que los demás tienen y yo no.
-Sabemos lo complicado que es obtener plaza a la primera, por lo que cuándo esto sucede y la persona suspende, la frustración suele ser bastante grande y gestionarlo es clave para continuar estudiando de cara a la siguiente convocatoria. Si no se tiene una adecuada tolerancia a la frustración, la persona tiende a abandonar su preparación.
-Cuándo estamos preparándonos para una oposición cuya previsión para obtener plaza es de varios años, es lógico que durante este tiempo nos frustremos porque es una carrera de fondo dónde es muy fácil que algo no salga cómo nos gustaría y que nos genere además mucho cansancio. El propio cansancio y hastío puede aumentar la frustración porque nos quedemos sin ganas de seguir en la lucha entre lo que queremos y lo que tenemos.
-Cuando estudiamos, queremos que se pare el mundo y que nada perturbe nuestros planes de estudio, sin embargo, esto no es realista y surgen contratiempos a los cuáles nos tenemos que adaptar. Si esta adaptación no se realiza correctamente, puede generar frustración. Por ejemplo, a veces nos ponemos enfermos y estudiamos menos de lo que querríamos, nos cambian la fecha del examen, nos cambian temario… y sin una adecuada tolerancia a la frustración esto puede desestabilizarnos en exceso.
POSIBLES CONSEJOS para desarrollar una adecuada tolerancia a la frustración.
Es complicado dar consejos genéricos ya que lo más importante es individualizar cada estrategia de mejora. Teniendo esto muy presente, vamos a tratar de darte unos cuantos consejos que esperamos puedan ayudarte.
-Educar a tu entorno para que respeten tus rutinas y traten de interrumpirte lo menos posible. Además de que entiendan que no puedes realizar los mismos planes que ellos e intenten adaptarse en la medida de lo posible a ti.
–Pensar a largo plazo. Es decir, no centrarse en lo que no estás pudiendo hacer en el presente o todo aquello que estás sacrificando sino enfocarte en todo lo que podrás hacer cuándo tengas la plaza. Para esto es muy importante que tengas clara tu motivación, qué pienses por qué escogiste estudiar esa oposición y que te visualices en un futuro trabajando de ello.
-Objetivos a corto plazo. Aunque te comentaba la importancia de pensar a largo plazo, has de combinarlo con el establecimiento de pequeños objetivos que puedas ir logrando para que tengas la importante sensación de que completas tareas y de que te estás acercando a tu meta.
–Tener un horario establecido, aunque evitando sensación “del día de la marmota” y reservando momentos para ocio y descanso. Es muy importante que tengas una rutina, pero que no sean todos los días idénticos para que el cansancio y la apatía no te venzan. Si logramos descansar, hacer deporte, salir en ciertos momentos… recargaremos pilas para continuar persistiendo en el estudio. Busca pequeños placeres y refuerzos en este camino que te puedan ayudar.
–Reestructurar expectativas, a veces la frustración llega porque pensabas que sería más fácil o más rápido de lo que es realmente y cuándo no es así llega la frustración. En estos casos es esencial que adaptemos las expectativas.
–Trabajar para la flexibilidad mental en terapia, ya que si nos cuesta adaptarnos a los cambios y a los imprevistos, es muy probable que gestionemos peor la frustración. Esto no es algo que se consiga de la noche a la mañana, pero entrenándolo en la terapia puedes lograrlo.
Piensa que esto es como si fueras un deportista de élite, tu gran objetivo es conseguir la medalla pero por el camino has de ir perfeccionando la técnica, cogiendo resistencia… puede que te lesiones y te recuperes, lo importante es que persistas y la frustración no genere que abandones.
En general, te recomiendo que te ayudes de un psicólogo o psicóloga especialista en el acompañamiento de opositores ya que lo importante, más que los consejos a nivel general, es ver en tu caso cómo podemos ayudarte.
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