A esto, se le suman muchos otros factores, que vamos a comentar a continuación.

Uno de los factores que han afectado al auge del independentismo, ha sido la crisis económica. Muchos de los nuevos independentistas son personas que se han visto afectadas por la crisis y los recortes, y ven en la independencia como la solución a esos problemas que han venido “por culpa de España”. Se ha intentado argumentar, por parte del sector independentista, que la independencia será un proceso fácil y rápido, y que las relaciones con España y Europa seguirán siendo buenas y amistosas. Para tratar de ganar adeptos, en los “discursos independentistas” se genera una sesgo donde se minimizan u ocultan los riesgos e inconvenientes, mientras que se trata de magnificar los beneficios.

Otro de los factores que ha llevado a este aumento de las ideas independentistas, ha sido la polarización de las ideas, ante el descontento con el Estado y Gobierno español en cataluña, la principal alternativa han sido los partidos independentistas ya que proponen una opción más drástica que las medidas que se han tomado hasta ahora por parte del gobierno y por ello pueden parecer más efectivas. Por ello ha habido un descenso de partidarios de las ideas moderadas y, tras el fracaso de estas medidas, y se han ido radicalizando. Por tanto, su mejor aliado para ganar fuerza para el independentismo, era el descontento, ya que tenían el monopolio de la alternativa.

Todo estos factores se refuerzan mediante 2 grandes esferas de influencia, los medios de comunicación y el sistema educativo, que aunque en un principio ambos deberían ser neutrales ideológicamente, en la práctica, ejercen un gran papel en la politización.

La televisión autonómica, controlada actualmente por los partidos pro-independentistas ejerce un gran papel a la hora de facilitar tiempo de exposición a los mensajes independentistas y con ellos a las personas y argumentos a favor, mostrando así una imagen de unanimidad general en esta temática.

Por el contrario, muchos medios estatales muestran la cara opuesta, con lo que de nuevo tenemos el mismo escenario donde se “demoniza” al bando opuesto. Esto se amplía, debido a nuestra tendencia a escuchar, leer y compartir información y opiniones semejantes a la nuestra, por lo que tendemos siempre a la autoconfirmación de nuestras ideas.  

De igual modo, los cambios en el sistema educativo, han favorecido que en muchas instituciones públicas se ensalce el sentimiento independentista, haciendo hincapié en hechos históricos que podrían remarcar la “independencia histórica, lingüística y cultural” de Cataluña. El problema aparece cuando por el interés del pensamiento político, se intenta “manipular” a los jóvenes estudiantes, en uno u otro sentido, para teñir de pensamiento político lo que debería ser un proceso para enseñarles a pensar libremente.  Sumando todos estos factores a la gran permeabilidad de los jóvenes y adolescentes, este adoctrinamiento es muy efectivo especialmente en este sector de la población.

Como hemos dicho anteriormente, el peso que ejercen las comunidades en las decisiones de las personas es muy importante, y estas comunidades sociales suelen tener más presencia en las zonas rurales y poblaciones con menos habitantes, que en grandes ciudades donde la gente es más “anónima”. Suele suceder que por la presión de grupo se modifican las ideas, pero también se llegan a modificar los recuerdos y memorias, para encajar con la idea predominante, haciendo de este modo que los miembros de una comunidad tengan ideas más similares. Un factor derivado de esto, sería que debido a que el sistema electoral favorece la representación de las zonas rurales, las ideas independentistas han tenido más representación a nivel político aumentando así su notoriedad.

Un último factor que interviene y que se debe mencionar es el hecho de no haberse gestionado bien las voluntades catalanas. Con esto hacemos referencia a que cuando se prohibe algo y no se abre un diálogo para encontrar una situación, la otra parte, ante este bloqueo, tiende a tomar posiciones más extremas. Esto ha podido animar a personas que en su momento no daban tanta importancia al tema independentista, a que tras percibir que son ignorados, se unan a este movimiento para tratar de hacerse oír y expresar su voluntad.